La mujer con los ojos pintados de amarillo

Soy un soñador nato, mi inconsciente es una fabrica de imágenes oníricas. Rara es la noche en la que la factoría no produzca algún sueño. La mayoría son representaciones intrascendentes del día a día, que al poco de despertarme se esfuman, sin dejar huella. Desapareciendo por el sumidero de la memoria, a donde van. No lo sé…
En otras ocasiones, si que consiguen dejar cierta huella en mis neuronas. Son como pequeños arañazos, por los que apenas brotan unas gotitas de sangre incolora, que pronto son restañados por el mundo consciente.
Cuando me dispongo a dormir, nunca pienso en lo que voy a soñar, simplemente me quedo dormido. Entonces el gerente de la factoría, llamado Inconsciente decide que producto va salir de su fábrica. En ocasiones me regala, paisajes de ensueño, revive personas queridas o me trasporta a universos de luz. En otros momentos me zambulle en un mar de miedos, las pesadillas.
Esta noche he sido agraciado con el premio gordo, de la lotería surrealista. De las máquinas de mi imaginación, salieron imágenes, colores y sensaciones únicas. Una representación merecedora del premio nobel de la fantasía.

JCT

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